Los ordenadores suelen llevar una única entrada de audio, lo que limita poder usarlo como osciloscopio o para grabación de música en pistas separadas. Generalmente, una tarjeta de sonido externa suele estar destinada al mercado profesional y no son baratas. Pero existen varios firmas de componentes electrónicos que podemos utilizar los aficionados. 
En este caso concreto he usado el PCM-2912 de Texas Instruments, del que pueden obtenerse muestras gratuitas en la propia web, junto a toda la información necesaria para hacerse una pequeña tarjeta de sonido externa que se conecta por USB. Utiliza los drivers genéricos de Windows por lo que el sistema operativo la detecta automáticamente. Dejo el enlace de la guía de usuario, donde viene muy bien explicado todo lo necesario para su montaje.
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